El segundo No-libro
12. Capacidades.

Confiar en sí misma no fue nada fácil, porque en una personalidad en desarrollo, incluso desde un punto de vista lógico, se forman muchas autoridades que, al parecer, deberían saber más, ya sea por ser mayores o, por ejemplo, por viajar mucho. Hay que estar constantemente equilibrando entre la vida pública y la personal, estudiar para uno mismo o para destacar, comportarse de forma abierta y honesta o de manera adecuada.

Para su cumpleaños, Lía pidió a muchos de sus conocidos que escribieran sobre sus cualidades. Así comenzó a conocerse más rápidamente, por así decirlo, a través de los ojos de los demás. Ella repartía hojas de papel a las personas y estas se las devolvían llenas. Lía ofrecía un regalo a cambio: un dibujo o una breve reseña sobre quien le había devuelto la hoja con contenido de calidad. Para su historia personal, la chica guardaba copias.

Un chico callado y poco llamativo tardó en responder a la petición. Y su hoja fue distinta... Pero al final se notó que se había esforzado mucho. En lugar de unas pocas frases agradables, en la hoja había escrito un poema:

"Lía – lógica y analítica,
Versificadora, inventora, lectora,
Compositora, escritora, pensadora.
Lía – autora y fundadora,
Poeta, editora, publicadora,
Bromista, humorista y escultora.
Lía – artista, diseñadora, collageadora,
Autosanadora, masajista.
Lía – letrista, música, compositora,
Utilera, actriz y espectadora,
Autora e intérprete.
Lía – admin, moderadora, editora, redactora,
Filóloga-políglota, curadora,
Traductora, correctora, oradora.
Estudiante, pedagoga,
Crítica, antipolítica.
Costurera, jueza, detective, abogada,
Jurista esclarecedora.
Ciclista-conductora, pasajera, voladora,
Destructora e inventora.
Cocinera y vendedora,
Organizadora, ordenadora,
Guardiana, creadora, influyente, artífice.
Bloguera, programadora y conformista,
Oradora, oyente, psicóloga,
Historiadora y antropóloga.
Lía – científica-investigadora,
Sintonizadora de inteligencias, reformadora de formatos,
Coleccionista, esotérica de nuevas eras."


Se describieron tantas cualidades humanas, pero Lía incluso allí encontraba vacíos. Él no lo sabía todo sobre ella, por eso omitió muchas cosas. Se podría haber escrito un cuento entero sobre cada una de las palabras. La chica no lo hizo. Por ahora. Pero encontró una lista de profesiones en internet, revisó las habilidades y capacidades necesarias para cada una, y al parecer, así se cerró la cuestión de qué hacer en el futuro. ¡Resultó que aún hay tanto por descubrir y entrenar...!



13. Justicia.

De camino a casa, Lía se encontró con unos bandidos. Arruinaron un poco sus planes, pero una reflexión detallada la llevó a comprender que no valía la pena rebajarse a su nivel, es decir, resolver las cosas usando métodos similares a los suyos. Además, la reacción ante los acontecimientos es algo que podemos proyectar y definir por cuenta propia.

La chica decidió volcar su descontento en un poema, canalizando así sus deseos destructivos hacia una vía más pacífica y productiva. La rabia disminuyó, mientras que los frutos creativos aumentaron. Resultó que no todo siempre sale según lo planeado. Pero, con una buena reflexión, los planes pueden ajustarse, incluso de forma colaborativa.

El bajo nivel de los bandidos se explicaba lógicamente... por su reputación deteriorada. Una reputación baja perdura. Y Lía necesitaba impulso. Más tarde, en un sueño, junto a sus amigos, escribió otro poema para terminar en una nota más positiva.



14. Poetización.

Por la mañana el ánimo era maravilloso, increíblemente bello, lujosamente espléndido, encantador. Cuando se descorrieron las cortinas de la ventana, fue como si el viento trajera estas palabras:

"El charco era así,
Muy claro allí.
El sol se alzó,
Y el charquito voló."

El ánimo era poético, el comportamiento — ético. Los bandidos vecinos no escriben poemas, ¿acaso sus pecados se lo impiden?

Durante los últimos días, Lía comenzaba sus mañanas con un entrenamiento especial, practicando casi al mismo tiempo varias habilidades importantes: el silencio, el liderazgo, la fantasía, la visualización... Parte del texto se decía mentalmente y otra parte — en voz alta. El ejercicio debía realizarse cada vez de manera distinta. Tal vez esas observaciones también entrenaban la memoria:

"Por las cuerdas de colores caminan los rayos. Mientras caminan, guarda silencio. Arriba, abajo, alrededor. Y ahora, dales una orden en voz alta: ¡A la izquierda, a la derecha, y al revés! ¡Adelante! ¡Adelante más una vez!"

El estado de ánimo poético tras esta sencilla rutina matinal se volvía también enigmático. A veces así comenzaba la creación de acertijos. Y también de diseños, tests, búsquedas...

Lo más difícil para Lía era reproducir copias de sus creaciones: imprimir, escanear, fotografiar. Pero se obligaba poco a poco a realizar también las tareas que no le gustaban. Eso la ayudaba a adaptarse a los cambios de entorno y la desarrollaba mucho, haciéndola más fuerte. Lógicamente, fortalecer la fuerza de voluntad es algo muy práctico.

Poemas, versos, composiciones. Cuántas palabras hay para la poesía... Verso, estrofa, línea. Es pesada y ligera. La poesía puede ser lo que sea.



15. Plastilinitas.

En el armario geométrico, entre libros y libretas, se guardaba en un cajón ancho y rectangular una plastilina colorida en forma de cilindro. Y también algunos trozos abultados y rayados, provenientes de la Unión Soviética. Como se podía aprender e inspirarse literalmente de todo, la chica una vez se inspiró en la plastilina:

Línea. La linealidad rayada por franjas no se parece a la rectitud. La línea no es una franja. La rectitud — como una avispa. O como una abeja. En lo cercano, no en lo lejano, puede llegar a picar. Y aunque la regla sea una rayita, no siempre es planita. A veces con una rayita algo cambia, aunque sea poquitita. Y a veces, la franja, como la línea, es torcida. O simplemente curvada. Sin saberlo. Tal vez. Pero ¿acaso con eso se sugiere algo así como eso?

La plastilina no se usaba con frecuencia. Una vez, Lía moldeó letras y números con ella. Así jugaba con palabras en relieve cuando aún era niña. Cuando las figuritas de plastilina se volvían reconocibles, cada una se cubría por fuera con una capa fina de harina, aplicada con una brocha ancha. Luego, la harina que quedaba adherida al plastilina se pintaba con color, y una vez seca la pintura, se barnizaba.

Cuando el barniz dejaba de estar pegajoso, con esos pequeños juguetes coloridos se podía jugar en la arena, en la nieve e incluso bajo la lluvia.

Se inventaron muchos juegos. Las figuritas se organizaban en alfabetos, se copiaban en papel, se agrupaban por nombres, cantidad y otros parámetros diversos. Estas miniaturas, verdaderas obras de arte, se usaban de formas muy variadas.



16. Cuadro.

La plastilina que quedaba de aquellas manualidades infantiles, Lía decidió usarla para decorar el marco de un cuadro. El motivo era vegetal: hojas y flores se combinaron con bayas y algas.

La idea del cuadro surgió por la necesidad de ahorrar espacio, ya que en el escritorio cada vez quedaba menos. Lía tomó la decisión de trasladar los muñecos cosidos a una obra tridimensional. En ella también se incluirían algunos recuerdos: un trozo de lápiz gastado, gomas de borrar, una hoja laqueada y seca de un árbol inusual, notas agradables de los maestros y diplomas escolares (aunque doblados varias veces). En los estantes sobre el escritorio había un lugar adecuado. El cuadro debía ser bastante móvil. El formato: cuadrado. Pero... no del todo.

Se lo preguntó un rombito: "¿Qué soy yo: rombo, cuadrado, o rectángulo alargado?" Al principio fue difícil. pero luego se entendió: todo es posible. Es cuadrado — porque iguales son sus cuatro lados. También rectángulo — ¿no lo ves? ¡Forman ángulos rectos las aristas a la vez! Rombo también, por supuesto. ¡Sobre todo si el cuadrado rueda un poco!

El concepto escolar de “alumna” casi nunca encaja con los otros, y por eso, durante clases, al dibujar o escribir poemas, Lía tenía que esconderse de los maestros — ellos se enfadaban. De ahí surgía otra identidad: algo así como una investigadora-espía. Extraño, sí. Pero renunciar a la elección personal a costa de una misma — era profundamente incorrecto. En cambio, decidir hacer al menos dos cosas a la vez seguía pareciendo completamente lógico. Renunciar a eso sería traición. Peor aún: traición a Uno Mismo.





17. Algas

A Lía le fascinaba la diversidad de la naturaleza submarina, tan poco accesible para los humanos. Sus abuelos se dedicaban a un tipo especial de agricultura: el cultivo de algas. Las conservaban con hierbas y verduras, las vendían a restaurantes y también las consumían ellos mismos. Las tomaban en batidos y en ensaladas. Secas, podían servir como un bocadillo saludable.

Le pareció justo mencionar esa utilidad en su obra. Así fue como, al parecer, nació un nuevo tipo de ornamento vegetal: con algas.

Además, imitar las algas en el arte no parecía complicado. Por ejemplo, se podían crear con alambre, cuentas, hilos o abalorios. Y los colores podían ser de lo más variados. ¡Libertad para la imaginación!

Mientras Lía terminaba su cuadro tridimensional, pensó en la vida bajo el agua. Y recordó que tenía un poema que, aunque no del todo sobre eso, sí se relacionaba bastante:

El asunto flotaba bajo el agua.
El pulpo y el caballito de mar
Iban a salir a pasear.
Pero el pulpo no lograba encontrar
El traje adecuado para caminar.
Un traje especial, para una salida,
No por cualquier rincón sin vida.
Ni por un pasaje cualquiera,
Sino por uno conocido, con historia verdadera.
El plan era conjunto. Pero su continuación —
El caballito de mar y su reproducción.
Familia, guardería, parque y escuela:
Dos criaturas marinas — dos voluntades paralelas.
¡Qué difícil saber cuál de los dos brilla más!...
Aunque en realidad, eso no nos incumbe, ¿verdad?


Cuando Lía se enteró de que los machos también pueden dar a luz, muchas cosas encajaron. Los roles humanos se mezclaron en un solo montón, del cual cada persona podía elegir el que más le conviniera. No hay “femenino” ni “masculino”. Hay reparto correcto e incorrecto de esfuerzos. La vida es tan compleja, que lo mejor es invertir en ella de la manera más eficaz posible, con juicio, y observando con atención todo lo que sucede.



18. Amplitud.

La unión de lo que parecía ser “femenino” con lo “masculino” en un solo conjunto le dio a Lía más amplitud. Las opciones de autorrealización, reflexión y creatividad prácticamente se duplicaron. Lía comenzó a pensar cómo y para qué: jugar con cochecitos, construir robots. Le interesó la superinteligencia que su abuelo había estado configurando — y ahora ella podía hacerle sus propias modificaciones.

A veces le compraban ropa “de niño” y objetos pensados para varones: juegos deportivos, dispositivos técnicos, lentes especiales para observar el micromundo. No todo, pero sí muchas de esas cosas resultaron fascinantes.

Pensando en la amplitud, en lo sólido y en lo aéreo, Lía compuso algunos poemas. Hay cierto enigma escondido entre los conceptos de: punto, círculo, esfera y globo. Más aún, si les añadimos diminutivos: puntito, circulito, bolita, esferita, y similares.

Punto. Se coloca una vez. Sin adornos. Pero desde lo alto del cielo, hasta un humano se ve como punto, no solo un ovillo. Los ovillos son bolitas, no tan pequeños. Lo que ves desde un helicóptero, en el cielo, por ejemplo,se puede llamar punto. Pero no una era, ni el vacío, ni la pureza, ni el saber. Porque algo que llamamos “punto” casi tiene que ser material.





19. Atmósfera.

Cuando Lía observó cómo funcionaba su memoria, comprendió que lo atmosférico se recordaba mucho mejor que lo neutral. Lo mismo mostró su encuesta a otras personas. La mayoría recordaba bien lo inusual, lo extraordinario, o aquello que podían aplicar pronto en la práctica. Así se hizo evidente la importancia de la atmósfera. Por ejemplo, un día soleado, uno nublado, uno lluvioso y uno nevado en conjunto se recuerdan mejor que varios días iguales.





20. Tarea.

Una vez, a Lía y a sus compañeros de clase se les encargó escribir una redacción. Sobre un animal. A elección. Lía escribió tres. En tres idiomas. Guardó dos para sí, y la tercera tuvo que ampliarla, ya que el texto no alcanzaba el tamaño requerido. Para eso, tras analizar un poco de literatura, decidió añadir —según ella— unas cuantas palabras poco significativas.

El valor de un perro.
Los perros son diferentes, pero todos son buenos, porque un perro puede ser un verdadero amigo de una persona. Pero primero el hombre debe convertirse en el amigo. El perro es silencioso. No te vas obligado a escuchar largas historias sobre sus aventuras caninas.
También con la perra puedes practicar diferentes idiomas. Solo le dices lo que puedes y ella lo escucha.

Lié preciosé pesí.
Pesisí será diversé, bet everyé itisí ist nicé, nes pesí poderá ser realé islí an personaí. Bet in beginí personaí deverá il será islí for lí. Pesí ist será silenté. Vi nixt il ferceduó escutár longé historisí aboút itié aventurisí pesié.
Yet con pesí poderá praticár variedé kielisí. Vi ist justé falará an it wanié poderá, uh lí ist escutarandó.


El valor de un perro para el ser humano.
Los perros pueden ser muy diferentes: varían en raza, tamaño y, en consecuencia, en su aspecto exterior. Pero a cada perro se le puede considerar bueno a su manera, ya que un perro puede ser un verdadero amigo para una persona. Se acepta que en esta relación, generalmente sencilla, es la persona quien da el primer paso. El perro, comparado con la mayoría de los humanos, es silencioso. Aunque a veces ladra. Como amigo del perro, no tendrás que escuchar largas historias sobre sus aventuras caninas, por muy emocionantes e increíbles que puedan parecerle a él.
Además, un perro puede ser de gran ayuda práctica para ejercitar idiomas extranjeros. No todos los humanos soportan a un adulto que habla mal un idioma, pero el perro lo aguanta bastante bien. Tú simplemente le hablas como puedes, y él escucha. Y parece que escucha con atención.



21. Tiempo.

Entrenamiento

Un búho enseñaba con gran elegancia
a un pez volador que danzaba en confianza.
También se entrenaban, con alma y destreza,
un ciervo brillante y un zorro de realeza.

Una rana saltaba con ritmo constante,
la nutria giraba en un paso vibrante.
Un pulpo pequeño seguía el reflejo,
de un sueño que flota muy lejos, muy lejos.

Y mientras la clase brillaba en su risa,
la tortuga elegía su mejor camisa.

La importancia del tiempo también se reflejaba en otro poema. Mientras unos se desarrollan, cambian y se perfeccionan, otros pierden el tiempo en cosas insignificantes. Claro está: lo que es importante para una persona, puede no ser prioritario para otra. Eso es algo que cada uno decide por sí mismo. Lo importante es que si intentas aprovechar el tiempo con sentido, es difícil arrepentirse de las oportunidades perdidas. Por ejemplo, cada mes se puede probar algo nuevo, incluso si al principio parece poco interesante.
Así fue con la jardinería para Lía: al principio no le gustaba, pero mientras aprendía, descubrió muchas cosas. Comenzó a usar más hierbas y especias secas en su comida, lo cual, aunque fuera poco, diversificó su vida.
Bayas le parecían un poco mejores que las verduras. Porque cuidarlas resultaba más fácil. Además, las bayas pueden crecer de forma silvestre. ¿Y las verduras? No tanto. También las hierbas suelen crecer espontáneamente, pero pueden ser muy útiles. Como las algas: para Lía, merecían atención, no solo como ornamento en un marco.

Чому для кожного час різниться? -
Запитуюсь я.
Потому что восприятие времени индивидуально,
Зависит от множества истин, в том числе и буквально.
Cuando uno a alguien espera, se puede cansar.
Pero es difícil decir eso... sobre jugar.
Time is just a structure
That can be taken apart.
І якщо дуже захочеш подужати час,
Знайди куди тобі йти.
Умедленнить или убыстрить?
Или разнообразие внести?
Esas cosas diferentes mayoría son de mente.
Usa la fantasía y ejemplos ideales
Which do you prefer
Further find.
Слідкуй за часом та помічай різницю
Зоставляй вподобáне.
Даже когда закрываешь ресницы
Отслеживайте разницу.
Trabajando duro, pero interesante,
Vas a obtener resultado grande.




22. Nombres.

¿Qué es un “humano”? Una forma viva de conciencia, dotada de humanidad y que luce como tal. ¿Y qué es un nombre? El nombre de una persona — es su nombre propio. O nombre y apellido… A veces el nombre de alguien es un apodo: una palabra que suele reflejar algún rasgo de personalidad. El concepto “apodo” tiene varios sinónimos: “sobrenombre”, “alias”, “nick”, “mote”, “denominación”, “seudónimo”…

Lía tenía un sobrenombre. En la escuela. A veces la llamaban Universal. Antes intentaron darle otros, pero como Lía sentía que no le quedaban, simplemente no respondía ni les hacía caso.

Al notar la utilidad de cambiar nombres, Lía empezó a firmar sus notas personales con distintos nombres. Así jugaba un poco a ser actriz, pues los personajes con nombres diferentes se notaban distintos. Además, eso hacía más interesantes esas notas, por lo general cotidianas.

Uno de esos nombres inventados fue Unafag. Un ser de especie indefinida que vive en el pantano y a veces sale al exterior.
Para Unafag no era difícil encontrar qué hacer: simplemente se imaginaba siendo otro… Unafag entendía muy bien que la apariencia, los rumores y otras cosas superficiales, como el nombre, pueden no reflejar del todo la esencia que hay detrás.

El zorro y el erizo
El zorro y el erizo vivían distantes,
en cuentos contados por voces errantes.
El zorro evitaba su andar tan callado,
y al erizo el zorro le era pesado.


El zorro se fue por la orilla del río,
el erizo cruzó por el bosque sombrío.
Nunca supieron cuánto compartían,
pues otros dijeron que no se entendían.


Unafag es de esos que puede ser amigo tanto del zorro como del erizo, pero no de cualquiera… Y la amistad debe comenzar consigo mismo.

AN VÍ IST DECIDIRÁ WANIÉ ESTARÁ VÍ

En algún lugar, al otro lado de todo, se hablaba a sí misma Zachaca. A sí misma. ¿Para qué? Para entender mejor qué debía crear. Alguna variedad. Pero no una aberración. Ni tampoco algo perfecto. Algo más bien intermedio. Pero que fuera suyo, para ella, para siempre.

¿Cómo empezó? Se deshizo de trastos, — de todo lo innecesario, es decir, lo no tan útil. Tuvo que revisar muchas cosas y hasta lo aparentemente interesante. Enterró muchas. Luego se inventó una casa y poco a poco empezó a vivir en ella. En casa de Zachaca hay un orden desordenado. Casi nada está en su lugar. Porque casi no hay cosas. Pero en algún sitio se encuentran: experiencia, sabiduría, cautela, ventajas, oportunidades…
La autosuficiencia está cerca, aunque fuera de la opulencia. La casa, es como si siempre estuviera con ella. Y no hay preocupación salvo por uno mismo.

Entonces, ¿qué pasaría si Zachaca y Unafag se encontraran? Algo totalmente inesperado… Unafag casi siempre está en su lugar, y Zachaca — en sus viajes.





Категория : Лайфхаки и Советы | Просмотров : 17 | 06.05.2025 | Добавил : krivbassity | Рейтинг : 5.0/1